Friday, November 30, 2007

Primer día de trabajo.

Me pongo guapetón con el traje y la corbata. Al principio estaba animado y con ganas de hacer miles de cosas. El llevar traje nunca me ha gustado, pero lo asumí como un hecho cultural. La verdad es que de cultural tiene poco dado que el traje y la corbata es una moda puramente europea pero a los japoneses les ha gustado tanto que lo han adoptado como un uniforme. Sinceramente creo que toda la "elegancia del traje" (si a llevar un trozo de tela colgando del cuello se le puede llamar elegancia) la destrozaron en este país, vistiendo a toda la población, desde niños con una corbata. Es literalmente un uniforme, una forma más de alienación y esclavitud de la gente. Una forma más de anular la iniciativa y el "estilo propio" que aquí incluso llega a ser mal visto, prefiriéndose antes "el estilo del grupo".
En fin, no soy una hormiga, no puedo sentirme cómodo con esa mentalidad.

Me veo con mi jefe en frente del edificio. Dado que todavía no tengo una tarjeta electrónica para poder entrar me dan una temporal que he de devolver antes de las 18:30. En ese momento pensé -- Jo que bien! Tienen lo de las horas extra totalmente controlado, me iré a casa a las 18:30... -- tonto de mi! No sabía que eso sera solo una vil farsa.

Subimos por el ascensor. Mi jefe con cara de satisfacción y de alegría por tenerme al fin en su terreno. Yo contento lleno de expectación pensando que por fin podría cumplir ese sueño de trabajar en una empresa totalmente japonesa...
Entro en la misma sala que en su momento entré el día de la entrevista con el jefazo.
Había por lo menos unas 70 personas o incluso un poco más. No me daba cuenta que era un lugar sobre poblado, que violaba todas las normas de habitabilidad que se puedan violar. No que va, yo pensaba que eso era un lugar perfecto. ¡¡Que tonto!!

El último samurai, o sea mi jefe, me pone contra un muro y me hace una foto con su móvil. Es la que usarían para crearme un pase electrónico que llevaría mi foto, mi nombre y la empresa de la cual soy propiedad. Tampoco me di cuenta que eran tan cutres como tirarme una foto con un móvil en un muro de la sala.. Que va. El tonto de mi lo vió como una forma avanzada de hacer las cosas, utilizando las últimas tecnologías disponibles.

Me presenta a quienes serían mis futuros compañeros. Me dijo que eran personas con gran nivel técnico, que me iban a enseñar mucho y con los que podría practicar japonés y crear una buena amistad... Estaba ilusionado. No imaginaba que iba a conocer a una panda de subnormales con serios problemas de comunicación humana y de una incompetencia infinita, por no decir una gran ignorancia...

Mi primer día transcurrió de forma normal. Instalando el sistema operativo en mi portátil, almorzando con los compañeros y envuelto en la atmosfera de perfección que mi cerebro estaba creando.
Ese día no tenía claro a que hora iba a salir. Yo pensaba demostrar mi Yaruki, pensaba pisar fuerte desde el primer día. A las 20 la gente todavía no se iba a casa, a las 22 seguían allí... Cuando eran ya las 23:30 voy donde mi jefe y le digo -- Perdone pero ya son las 23:30 me voy a casa, no habrá más trenes -- él me responde en tono sarcástico -- ¡Que va! todavía hay un montón de trenes... -- No supe muy bien que responderle, creo que el notó en mi cara un signo de sorpresa, duda, pánico... no se, pero me dijo -- ¡es broma! vete casa... --
Yo me fui pero ellos seguian allí...

No comments: